Desde la crisis: una mirada hacia el futuro--Anna DeFina

Cuando se cierra un año, tendemos a reflexionar sobre lo que ha acontecido durante ese período y tratamos de sacar lecciones para el futuro. Mirando en retrospectiva el 2022, me parece que lo que ha marcado este año ha sido la sensación de estar en un estado de transición. Hemos pasado de la total inmovilidad y aislamiento provocados por la emergencia del Covid-19 en el 2021, a una situación de relativa apertura en el 2022. Muchxs de nosotrxs hemos podido volver a dar clases en presencia, a viajar y a asistir a reuniones y conferencias, pero tampoco hemos sentido que volvíamos a la normalidad. Por otro

lado, este año ha sido testigo de una agudización tremenda de las crisis que atraviesan nuestro planeta. El propio Covid ha puesto más en evidencia las profundas desigualdades entre países ricos y pobres y entre clases y grupos sociales. Hemos visto desatarse unas derechas cínicas y violentas que han llegado a extremos de racismo y de xenofobia en varias regiones del mundo, pero también hemos asistido al surgimiento de movimientos de resistencia feministas, antirracistas, inclusivos de las minorías y defensores del ambiente y del equilibrio ecológico. Hemos vivido crisis energéticas y sociales profundas, y estamos en medio de una guerra ante la cual nos sentimos impotentes. Todos estos conflictos sociales han contribuido a una profunda crisis de identidad en nuestras áreas de investigación que ya se venía gestando desde hacía tiempo, pero que ha llegado a su clímax.

Estamos en una transición disciplinaria que no sabemos bien hacia dónde nos llevará. Este año se ha producido mucho trabajo que ha puesto en tela de juicio los paradigmas teóricos dominantes en sociolingüística y lingüística aplicada, las maneras de conducir investigaciones y las prácticas establecidas en la formación y diseminación del conocimiento. Basta con leer los títulos de algunas conferencias importantes en nuestra disciplina para darse cuenta de esta crisis y de la búsqueda de alternativas. El tema de la AAAL 2022 fue por ejemplo “La lingüística aplicada en tiempos de cambios y ajustes de cuentas”, mientras que el Sociolinguistics Symposium se propuso mirar “adentro y más allá de las relaciones binarias.” Estos temas sugieren un estado de inconformidad con lo que hemos hecho hasta ahora en términos teóricos y concretos, y la necesidad de interrogarnos acerca de instrumentos que le puedan permitir a nuestra disciplina adecuarse a los tiempos. A nivel teórico necesitamos que la lingüística sea capaz de capturar los cambios en las formas en que se generan y circulan los discursos, los nuevos patrones de comunicación y de manejo de los recursos lingüísticos y semióticos, las prácticas multilingües que se generan a diario en el planeta. Pero todo esto no se puede hacer fuera de un marco de compromiso social que nos permita participar de manera real y efectiva en procesos de cambio que nos lleven a establecer sociedades más justas. Estos son, desde mi punto de vista, los retos que tenemos por delante, pero siento que hemos empezado a enfrentarlos y que adentro de nuestra disciplina se está difundiendo lo que podríamos llamar “un giro hacia lo social.” El desafío va a ser darle pie y cabeza a este giro en los años futuros y mi esperanza es que pongamos todas nuestras energías en hacerlo.